Si esto sucede, puedes probar a cambiar cierta actitud hacia tu perro.
Todo depende del nivel de excitación que alcance.
Si se excita con facilidad, no deberíamos inducirle al nerviosismo con nuestra actitud.
Debemos transmitir el mensaje de: " Te hago caso cuando estás calmado. Cuando estés tranquilo te premiaré. Si estás excitado, paso de ti."
El perro puede demostrar la agitación de distintas formas: corriendo, saltando, gimiendo, lloriqueando, o ladrando; lo que está haciendo es reclamar tu atención.
Debemos ignorarle siempre que reclame nuestra atención de este modo, así no reforzamos el comportamiento negativo del animal, sólo reforzamos lo positivo. Cuando se porta bien, interactuamos.
Hacerle caso cuando está alterado le está enseñando que tiene lo que quiere de la forma equivocada y en el momento equivocado.
Otros trucos:
- Evita los movimientos bruscos, muévete de forma tranquila y lenta. El movimiento activa a los perros.
- Mira hacia otro lado, o desvía la mirada. No hay que retarle con los ojos, ni mirarle fijamente.
- Dale la espalda.
- Gira la cara.
- Quédate quieto.
"La crueldad con los animales “tontos”, es uno de los vicios distinguibles de las mentes básicas y pobres. Dondequiera que sea encontrada, es un claro signo de ignorancia y maldad; un signo que todas las ventajas exteriores de la riqueza, esplendor y nobleza no pueden ocultar. Y es independiente de la educación o
Echándose un chapuzón, el buenote de Leo, por gentileza de Irene y Alf.